Revista TAREA

Resultados

Edición 059 - noviembre del 2004

Politicas Educativas

Mayor acceso, equidad y calidad en la educación de América Latina

Martín Carnoy

Nuevo Sistema Nacional sobre Evaluación del Desempeño Docente. Fin de las calificaciones

Colegio de profesores de Chile

Entre el cáncer y la educación

León Trahtemberg

Educación: Cañones o mantequilla

Jorge Oroza

Sentimiento de decencia y acto de justicia social

Nora de Olarte

Estado del Arte en educación en la región Ayacucho 1993 – 2003

Madeleine Zúñiga

Cuatro ventanas para mirar la escuela rural andina en el Cusco

Liliam Hidalgo

Tarea. 30 años apostando por la educación

Especial

Pensamiento Pedagógico

El uso asistemático de las lenguas en las mal llamadas escuelas EBI del Perú

Nila Vigil

Sociedad Educadora

Educación, ciudadanía y violencia en el Perú: El aprendizaje de la ira. Una lectura del informe Final de la CVR

Pablo Sandoval

A un año de presentación del informe de la CVR

Nélida Céspedes

Colaborar en la construcción de la esperanza

Raúl Leis

Innovando

Una invitación a renovar el optimismo. Innovar: un proceso creativo e inacabado

Consuelo Pasco

Voces escolares. Donde todas las voces son bienvenidas

Román Chiura

Cultura

Memoria y cultura

Nélida Céspedes

Villa Grimaldi, Santiago de Chile. Parque por la paz

Villa_Grimaldi

Yuyanapaq. Para recordar. Muestra fotográfica de la CVR

Salomón Lerner Febres

Reseñas

Reseñas

Tarea

EDITORIAL TAREA Nº 59

En el proceso de democratización del país urge un presupuesto acorde con las  hondas necesidades de la gran mayoría de los peruanos pobres, así como el enfrentamiento serio a la corrupción y el funcionamiento de la institucionalidad democrática, una de cuyas funciones es dar respuesta a la creciente inseguridad ciudadana. Estos son puntos urgentes en la agenda nacional y aspectos sustantivos para asumirnos como país y sociedad educadora, capaz de revertir los deficientes logros de aprendizaje en la educación peruana.

Estos puntos se plantearon como parte de la transición democrática. Esta no se resuelve de la noche a la mañana, ni es responsabilidad de unos pocos. Pero lo que ansiamos y exigimos los peruanos es que se den señales éticas de que sí se quiere transformar el Perú.

Son urgentes la voluntad política, la transparencia en una gestión pública que se juega por construir el bien común, y los reflejos rápidos que permitan que los peruanos confiemos en el Perú. Irrita, por decir lo menos, el continuo zigzag y la mirada cortoplacista en la que se desenvuelve la acción política y sus partidos.

Para la educación pública es grave el anuncio del Ministerio de Economía y Finanzas  de que hasta el 2007 la presión tributaria se mantendrá estancada en apenas 13.4% del PBI. El ITF establecido para dedicarlo principalmente a la emergencia educativa, la salud y la infraestructura social no se concreta.

Si esa inversión contribuye al desarrollo de las capacidades de las personas para que estas a su vez contribuyan a ejercer su plena ciudadanía y aporten al bien común,  esas medidas resultan inadmisibles.

Debido a la falta de voluntad política, que se expresa en un deficiente  presupuesto, la escuela  se mantiene en emergencia. No diremos que no se han realizado algunas propuestas, pero distinto es el camino cuando se plantean políticas serias y sistémicas que en conjunto contribuyen a dar salidas a la educación peruana.

Es positivo el documento Lineamientos de Política 2004-2004, lanzado por el Ministerio de Educación. Pero lo que anhelamos es que estos se lleven a la práctica, y se  realicen con el concurso de todos.

Llama también positivamente la atención que cuatro instituciones de Chiclayo, Puno, Lima y Amazonas ganaran el primer concurso de innovaciones educativas de la Unesco, denominado Valorando la Diversidad Cultural en la Escuela, que se efectuó de manera independiente en Chile, Colombia, México y el Perú.

En esa dirección van los esfuerzos de la Red Internacional de Innovemos de UNESCO, que tiene como objetivo establecer el diálogo con los docentes de escuelas públicas y privadas que están produciendo cambios cualitativos importantes en la innovación. Igualmente los de la Red Nacional de Investigación e Innovación Educativa, conformada por cinco instituciones: Tarea, Educa, Red Recrea, Fe y Alegría y el  Ministerio de Educación.  Estos son puntos a favor del mejoramiento de las políticas educativas.

Por ello, hay que concretar las medidas para la renovación de la carrera pública magisterial. Es fundamental contar con un magisterio renovado que, teniendo como perspectiva la transformación del país junto a la transformación de la educación, se sacuda de una actitud defensista y que con mayor asertividad  contribuya local y nacionalmente a mejorar la calidad de la educación a la que tienen derecho millones de estudiantes peruanos.

Hay otras tareas pendientes, por ejemplo las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, que fueron elaboradas no sólo para avanzar hacia los objetivos de justicia, reparación y prevención señalados en su mandato, sino también para una relectura de la historia reciente del Perú y un replanteamiento de su agenda política e intelectual.

Esas recomendaciones plantean retos a la educación peruana y una atención especial a la educación rural, exigen trabajar por la democratización de la escuela, por el ejercicio de la equidad en la misma y el enfrentamiento a todo tipo de discriminación.

Por ello son alentadores los esfuerzos por pensar el sentido de la educación rural y ubicarla en su relación con el desarrollo regional, para visibilizar su situación y proponer una agenda de política educativa regional. Existen valiosos esfuerzos en diversos puntos del país que aportan a una efectiva descentralización. Darle contenido es una tarea urgente, como lo es también la necesidad de una real voluntad política y un presupuesto acorde con esta aspiración.

Nuestra institución, que cumple 30 años. se juega por tales cambios. No lo hacemos solos, por supuesto. Allí están los múltiples actores socioeducativos, las redes, las mesas educativas, las coordinadoras y movimientos para construir un movimiento social a favor de la educación. Con ellos contribuimos a la elaboración de propuestas de política y pedagógicas, utilizando una estrategia de intervención local para validarlas y debatiéndolas en el ámbito nacional e internacional, especialmente con los países de la región andina.

Estos aportes nos confrontan con la realidad educativa y el contexto general que vive el país. Se trata que todos empujemos el carro de la historia en el mismo sentido, asumiendo una relación de confianza así como firmeza en el sentido de los cambios deseados. (Nélida Céspedes Rossel, directora)