Revista TAREA

Resultados

Acuerdo Nacional y educación

Edición 054 - abril 2003

Politicas Educativas

La educación en el Acuerdo Nacional

Cesar Picón

Educación peruana: urgencias y propuestas

Consejo Nacional de Educación

Región Moquegua: Retos Educativos

Cristala Constantinides

Un proceso educativo participativo y plural

Madeleine Zúñiga

Foro Mundial de Educación: Declaración de Porto Alegre

Declaración

Pronunciamiento. ¿Qué pasa con la educación en nuestro país?

Red Recrea

Un nuevo modelo educativo para un nuevo país. Plataforma de políticas del Ministerio de Educación y Culturas del Ecuador (MEC)

MEC

Experiencias Educativas

Educación ciudadana en los colegios de Ilo. Diversificación curricular orientada a formación ciudadana

Ramiro Navas Ruso

Pensamiento Pedagógico

De la ciudad educativa a la ciudad educadora

Analía Brarda y Guillermo A. Ríos

Acerca de los riesgos que confrontan las vías esforzadamente abiertas para el cambio educativo en el Perú. Congelados a mitad del salto

Luis Guerrero Ortiz

Cultura

Los políticos y los técnicos en educación

Jorge Basadre

Reseñas

Reseñas

Tarea

EDITORIAL TAREA Nº 54

Es inevitable abrir este número con una reflexión acerca de la tragedia que en estos momentos vive el mundo.

“Ir a la guerra, cualquier guerra es siempre un paso atrás. Un fracaso para la democracia, el desarrollo y el entendimiento: una derrota para toda la humanidad”, dice la carta enviada al presidente George W. Busch por cuatro premios Nobel y 4º intelectuales.

Adherimos plenamente el tenor de la misma, porque expresa el sentimiento de millones de ciudadanos en el mundo que repudian la guerra y trabajan por la paz. Es intolerado de atentado contra los mas elementales derechos humanos de la población civil, así como la prepotencia mostrada por los responsables de la guerra, que ha puesto en riesgo la seguridad y los acuerdos del sistema internacional. Esto nos afecta como humanidad y como país en particular. Y nos plantea el desafío de seguir trabajando por una cultura que afirme la democracia y la paz.

Precisamente desde nuestro quehacer en la educación reafirmamos nuestro compromiso por procurar que sea un medio para el desarrollo integral para quienes viven en nuestro país, para que se constituya una herramienta para la equidad y la justicia, para la participación conciente de la población en las decisiones trascendentales de la nación y para una convivencia armónica. Por eso es que al conmemorar 100 años del nacimiento del historiador Jorge Basadre, Exministro de Educación, recordamos cuan nítidamente planteaba el sentido de la educación al servicio de la construcción de la patria democrática, como comunidad de destino. Afirmaba su carácter social y publico, porque concierne tanto al gobierno y atañe al público en general.

Hoy, cuando la educación peruana esta en una grave crisis, ese sentido que Basadre atribuía a la educación cobre una gran vigencia. Así ha sido señalado por el Consejo Nacional de Educación por diversas personalidades, colectivas y redes educativas. Tal crisis se debe entre otros puntos importantes a la manera como han sido concebidos los cambios realizados en educación, caracterizados por su desarticulación con la realidad del país y su débil apuesta por el desarrollo humano.

Esto se viene constatando en la mayoría de las Reformas Educativas emprendidas en America Latina. Por lo tanto no se trata de caer en la tentación de realizar un listado de los aciertos y desaciertos educativos emprendidos en el sector. Requerimos una mirada profunda y crica, urge analizar el sentido político y social de los cambios educativos, su articulación con las políticas de estado, para así contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de la gente, junto a la calidad de la educación.

En ese marco resultan inverosímiles las marchas y contramarchas en el gobierno y en el Ministerio de Educación. En los inicios del gobierno del presidente Toledo se desarrollaron un conjunto de iniciativas como el Acuerdo Nacional que incluyo la décimo segunda política de Estado, relativa a la Educación. Con este acuerdo se proponía elaborar políticas de estado valederas para los próximos 20 años, aplicables por cualquier fuerza que llegue al poder, así como abrir en el país un curso que permitiera hacer realidad tal aspiración.

Sin embargo, asistimos a la débil implementación del Acuerdo, asi como del Plan Nacional de la Infancia, cuyo indebido curso constituye una traba para soldar el desarrollo y la educación en el país.

En el sector educación estamos asistiendo a grandes desaciertos. Nos referimos específicamente al sentido y fundamentos de los cambios curriculares. La apuesta por una educación de calidad y un maestro profesional de la educación, requiere de involucramiento en la construcción de las políticas educativas. Por ello son contraproducentes los cambios que pretenden ser implementados de arriba hacia abajo. De eso ya hemos tenido bastante y se han constatado pobres resultados en los aprendizajes de los estudiantes.

Es inadmisible que sin previo debate, en la directiva del 2003 se separe áreas que supuestamente tienen énfasis en los conocimientos, de otras que lo tendrían en las competencias, y de unas terceras que pondrían e acento en los valores. Esto sin lugar a dudas traerá una gran confusión a la educación

Estas marchas y contramarchas afectan directamente a los millones de niños, niñas y adolescentes peruanos. Más aun cuando se plantea desde el portafolio una educación que restringe la ampliación de capacidades en los y las estudiantes. Así se entiende cuando se afirma que es preferible “que aprendan poco y bien”.

Los esfuerzos deberían de orientarse a tener un mayor claridad del rumbo de la educación peruana en el marco de las Reformas del Estado y del Acuerdo Nacional. Hoy somos muchos mas los interesados en aportar a la concreción de una educación de calidad. Es por ello que el país requiere de la Ley Marco de Educación. La gratuidad, un concepto amplio de la educación, la vigilancia ciudadana de la calidad, la pluralidad como característica de la educación pública y privada, así como la interculturalidad como rasgo de toda educación, son aspectos sustantivos de la ley.

Igualmente, requiere avanzar hacia la articulación con otras políticas, como las del Plan Nacional de la Infancia y el Plan de Educación para Todos. En el contexto de la descentralización, también urge contar con un plan que de curso a la descentralización de la educación, sus estrategias y presupuesto, contando con una amplia participación de los actores socioeducativos.

Construir la política educativa de abajo hacia arriba implicara entre otras, someter a debate el llamado “modelo pedagógico”, con el propósito de avanzar hacia políticas educativas consensuadas. Las promesas por elevar la condición económica y profesional de la docencia peruana deben ser parte de la agenda socioeducativa. Lo mismo debe darse en relación al presupuesto en educación

Avanzar hacia una sociedad educadora de ciudadanos actuando a favor de su propio desarrollo y del país, exige afinar la responsabilidad pública y la social, tomar un rumbo que contribuya que contribuya a elevar la calidad de la educación de un país justo y democrático, que apuesta por la paz.

Nélida Céspedes Rossel, directora