Voluntariado “Yachachisunchik” (Enseñemos)

                                   Foto: Yachachisunchik

La rápida extensión del Covid-19 en nuestro país, nos ha empujado a tomar nuevos retos en distintos sectores, uno de ellos, es la educación; ante la imposibilidad del aprendizaje presencial se traspuso lo virtual. El Ministerio de Educación (Minedu) implementó la estrategia “Aprendo en casa” transmitidas por la radio, televisión e internet, situándonos así en una nueva forma de educación.

La educación peruana da luces en el avance del aprendizaje en tiempos de crisis, pero, para lograrlo los actores educativos se sienten obligados a adaptarse a este nuevo contexto, porque esta enfermedad vino para quedarse.

Durante la pandemia se han hecho más visibles las brechas, especialmente entre la educación urbana y rural. Por ejemplo, en las zonas rurales el acceso a los medios de comunicación y/o información presenta grandes dificultades. Para muchas familias acceder a las tecnologías como el internet es muy difícil y si hay acceso, es muy precario, a esto se suma la brecha de educación entre madres y padres de familia y sus hijas e hijos. Las madres y padres se sienten limitados para ayudar a sus hijas e hijos académicamente, apoyarlos en las tareas o tienen varios hijas/os que imposibilitan un mejor acompañamiento.

Algunas familias cuentan solo con celulares de manejo básico, en muchas comunidades la cobertura es precaria y sí alguna familia cuenta con un equipo con funciones adicionales debe gastar para acceder al internet afectando su economía familiar. La economía en el campo gira en torno de la agricultura o ganadería, por ello, muchos padres y madres de familia están ocupados en el trabajo de cosecha y no pueden acompañar a sus hijas e hijos.

En el manejo de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), también, hay un desencuentro entre estudiantes y docentes, los estudiantes no se acostumbran a las clases que reciben por medio de la televisión o la radio, es rápida, si tienen dudas no pueden preguntar, incluso no lo hacen en su lengua materna que es el quechua, a esto se suma, que debido a la cuarentena docentes permanecen fuera de la comunidad y no logran comunicarse con muchos de sus estudiantes.

Ante esta situación compleja, sentimos que los profesionales, jóvenes universitarios y/ o técnicos, deben ser parte del desarrollo de nuestro país, es así que “Agentes impulsores del Cambio” (AIC), organización integrada por jóvenes de distintas provincias de Ayacucho, estamos acompañando y brindando apoyo a estudiantes que lo necesitan. A partir de nuestra organización estamos convocando, en las provincias de Cangallo y Huamanga, con el lema: “Yachachisunchik” (Enseñemos), a estudiantes universitarios, egresados, profesionales de distintas ramas, para brindar reforzamiento académico a las y los estudiantes del nivel primaria y secundaria que tienen dificultades en su aprendizaje, no acceden a los medios o a la estrategia de “Aprendo en casa”.

Esta convocatoria tiene dos procesos, primero, el llamado a voluntarios a través de las redes sociales, con el apoyo de la Municipalidad distrital de Los Morochucos, el Centro Federado de Educación de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga (UNSCH) y de Tarea, que nos han apoyado en la difusión y además nos han facilitado el contacto con profesores y directores de instituciones educativas de algunas comunidades. Para que el acompañamiento tenga mejores resultados se reforzará en metodologías o estrategias a los voluntarios a través de talleres virtuales que se realizan con el apoyo de las instituciones y organizaciones antes mencionadas.

Hoy contamos con 60 voluntarios, quienes ya se encuentran en el segundo proceso, con el reforzamiento a estudiantes en diversas áreas.

El voluntariado, consiste en un acompañamiento individual utilizamos las redes sociales disponibles y a las que pueden acceder las/os estudiantes y sus familias. El voluntario realiza llamadas por el celular, video llamadas y envía mensajes de texto, también realiza videos cortos que son enviados por Facebook y WhatsApp al estudiante que previamente se ha contactado con nosotros solicitando apoyo en algunos temas.

Este proceso se facilita porque también hay voluntarios que se encuentran en las comunidades y van sumándose a la iniciativa brindando acompañamiento de manera presencial a estudiantes de sus comunidades, siempre teniendo en cuenta las medidas de protección contra el Covid-19. Por ejemplo, Royer Quicaño es un voluntario de la comunidad de Chanquil, que viene apoyando a sus familiares y vecinos en los cursos de Matemática. Asimismo, Ana Méndez de la comunidad de Satica, brinda reforzamiento a niñas y niños de primaria. Smith, va a la casa de Ana por las tardes para que le ayude en el área de Comunicación y Ciencia y Ambiente. Amelia Sánchez, es voluntaria y ayuda mediante las redes a Melisa, estudiante de la comunidad de Cusibamba, quien luego de su experiencia, expresó: “Amelia me ayudó en los ejercicios que no podía de las operaciones combinadas”.

La voluntaria Massiel Elizabeth, acompaña a Luis, estudiante de secundaria de la comunidad de Llachoccmayo en el distrito de Chiara, provincia de Huamanga. Luis nos cuenta: “Me envió un video por WhatsApp del ejercicio que no podía resolver, lo entendí muy bien, me dio más ejemplos y fue dinámico”. Este y otros testimonios, nos motivan a seguir con el voluntariado y queremos extender nuestro apoyo a estudiantes de otras comunidades como Vinchos y Socos en Huamanga.

Tenemos aún muchos retos, el voluntariado lo hacemos con mucho gusto, para sumar un granito de arena, acompañamos en su aprendizaje a estudiantes especialmente de los ámbitos rurales, queremos que tengan mejores oportunidades.

Finalmente pedimos a las autoridades del sector, que den una mirada a las condiciones de aprendizaje de muchos estudiantes en la región, que se preocupen más por cerrar las brechas en educación entre la zona urbana y la rural, en el acceso a la tecnología. Esperamos que más jóvenes se sumen a esta iniciativa o impulsen experiencias similares en sus provincias. Todas y todos podemos sumar a la educación. (Ever Franklin, Colos Alarcón everfranklin96@gmail.com)