Una mirada a la escuela a un mes del retorno a las aulas de clase

Después de dos años de educación virtual y remota, desde el 14 de marzo miles de estudiantes regresaron a sus aulas en dos modalidades, la presencial y la semipresencial, cuidando las condiciones de bioseguridad de cada institución educativa. En ese marco y al tener una menor cantidad de estudiantes, la mayoría de las instituciones educativas rurales retornaron desarrollando sus procesos pedagógicos de manera presencial, mientras que un gran número de escuelas urbanas se adecuaron a la semi presencialidad.

A más de un mes de la reapertura de las clases y del retorno a las aulas, es importante hacer un análisis de la situación de las escuelas, sobre todo de los que retornaron a la semi presencialidad, centrándonos en el componente pedagógico:

Estrategias múltiples, cada escuela en diálogo con su comunidad educativa elaboró su propia estrategia de trabajo semipresencial, destacando tres estrategias de trabajo en dos grupos:

– En horarios diferenciados, por ejemplo, el primer grupo de 1:00 p.m. a 3:00 p.m., y el segundo grupo de 3:00 p.m. a 6:00 p.m.

– Por días, por ejemplo, los lunes y miércoles el primer grupo; y el martes y el jueves el segundo grupo; el viernes asisten las y los estudiantes que tienen más dificultades de aprendizaje.

– Trabajo semanal, un primer grupo trabaja la primera semana y un segundo grupo la segunda semana, y así sucesivamente.

Cabe resaltar, que una práctica constante en esta estrategia es que a cada estudiante que participa en la sesión, luego de clase se le alcanza tareas, textos o copias para que refuercen lo desarrollado en las sesiones.

Sin embargo, mediante esta estrategia no están desarrollando los aprendizajes, ni se están cubriendo las expectativas esperadas, es en este proceso que se escucha y recoge la demanda y preocupación de las y los actores:

“Mi planificación de aprendizaje programada para un mes lo tengo que desarrollar en quince días no puedo avanzar más, porque mis estudiantes no aprenden” – Docente de Huamanga.

“Les dejamos actividades a las y los estudiantes para que se refuercen pero no cumplen con hacerlo” – Docente de Huanta.

“No aprendemos mucho en clases y encima nos dejan muchas tareas” – Estudiante de Huamanga.

“Con 2 horas a la semana de clases aprendemos poco” – Estudiante de Huamanga.

Como vemos este escenario es preocupante, pues a pesar de los esfuerzos que están haciendo la escuela, maestras y maestros, y las diversas estrategias que desarrollan para trabajar en la semi presencialidad, los resultados a nivel de aprendizajes no son tan alentadores, por lo que, recogiendo las voces de actoras y actores planteamos algunos puntos para ser tomados en cuenta y aportar a la mejora de los aprendizajes en la escuela.

  • Incidir en la comunidad educativa en especial en madres y padres de familia para que puedan vacunar a sus menores hijas e hijos hasta llegar a que todos, las y los estudiantes estén vacunados en un 100 %,
  • Es importante promover un retorno gradual a la presencialidad de las y los estudiantes en el colegio, ello implica también tener al día los cuidados de bioseguridad como los espacios más ventilados, el lavado frecuente las manos y el uso de las mascarillas.
  • Hacer seguimiento y reflexionar sobre los resultados de la evaluación diagnóstica de las y los estudiantes, pues a partir de allí se tendrá una idea de los retos pedagógicos de este año, los cuales también habría que identificar por etapa de vida: primeros grados de primaria, y los que terminan secundaria.
  • En función a los resultados del diagnóstico, desarrollar una propuesta pedagógica diferenciada, tomando como referencia las estrategias que se trabajan en las aulas multigrado.
  • Fortalecer el trabajo socio emocional en las y los estudiantes, con mayor fuerza durante los tres primeros meses, y luego durante todo el año lectivo.
  • Hacer seguimiento a la implementación de la ficha diagnostica de cada estudiante, y a partir de sus resultados plantear acciones que fortalezcan la atención a las necesidades, intereses y problemáticas que tienen niñas, niños y adolescentes.
  • Elaborar y desarrollar proyectos de aprendizaje, que movilicen a la comunidad educativa en función a problemáticas que identifiquen en el marco del retorno a la presencialidad

Desarrollar todos estos procesos implica una movilización de toda la comunidad educativa docentes, madres, padres y estudiantes, así como la articulación con otros actores e instituciones de la localidad.
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Escribe: César Gálvez, educador, Tarea en Ayacucho.
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