La ciudadanía desde la escuela. ¿Cómo se forman ciudadanas y ciudadanos en el aula?

Trabajar la ciudadanía desde la escuela es una tarea compleja, debido a que la escuela se plantea tradicionalmente como una institución jerárquica que no facilita espacios para la participación, el debate de ideas y toma de decisiones o para las relaciones horizontales entre sus actores.

Desde la experiencia como organización vinculada a la realidad educativa, se ha podido constatar de manera alentadora que, en la actualidad, la ciudadanía y la democracia, son temas que estarán pasando a formar parte de la reflexión y de los contenidos brindados en las escuelas, sin embargo; dicha incorporación se muestra en un estado inicial.

En consecuencia, se hace evidente un proceso de transición entre la educación tradicional y un nuevo planteamiento del sistema educativo, que implique una mayor democracia, dialogante e inclusivo.

Tomando en cuenta que el país atraviesa una compleja situación política y social, evidenciada en las protestas y manifestaciones que tienen lugar en diversas regiones del país, y que han dejado como saldo pérdidas de vidas de ciudadanos que hasta el momento están impunes y que abonan a una permanente sensación de injusticia, por un lado, y desacreditan gravemente a los estamentos políticos, por otro lado.

Ante esta situación es urgente dirigir la mirada hacia los cimientos de lo que llamamos democracia, reflexionar desde todos los espacios, en especial desde el ámbito educativo ¿Por qué y para qué es importante la formación ciudadana?, ¿dónde y cómo aprendemos a ser ciudadanas y ciudadanos?, ¿cómo y dónde aprendemos a ejercer una ciudadanía plena?

Con miras a ensayar respuestas a las cuestiones planteadas y a las que vayan surgiendo, es necesario propiciar espacios que permitan entablar debates, discusiones e intercambio de ideas y opiniones, que a la vez incluyan en esencia un espíritu didáctico y constructivo entre diversos actores.

Es por ello que Tarea Asociación de Publicaciones Educativas, la Dirección Regional Educación de Ayacucho, la Defensoría del Pueblo en Ayacucho, la Asociación de Alcaldes Regidores, Lideresas y Líderes Estudiantiles de Ayacucho (AARLE), con apoyo de Solidaridad Internacional Infantil, convocaron al Foro – Taller Regional “Desarrollo de competencias ciudadanas en la escuela para el ejercicio de derecho y responsabilidades”.

El objetivo del Foro Taller fue promover el diálogo con diversos actores socioeducativos sobre cómo se forma ciudadanía en la escuela y en base a este diálogo, elaborar recomendaciones para que autoridades educativas, directores, directoras, maestras, maestros y estudiantes promuevan la ciudadanía en la escuela.

Para desarrollar la reflexión se planteó la siguiente pregunta ¿Cómo se forman ciudadanas y ciudadanos en la escuela?, en base a cuatro ejes temáticos: 1. Currículo y formación ciudadana 2. Convivencia y diversidad cultural 3. Participación ciudadana de lideresas y líderes estudiantiles 4. Conflicto social y escuela. Se formaron grupos de discusión, con características diversas, al finalizar presentaron sus conclusiones y recomendaciones.

En líneas generales dichas conclusiones recogieron lo siguiente:

Sobre la primera dimensión, el grupo, señala que el currículo es un instrumento normativo, cuya función es “normalizar” el enseñar de las y los docentes y el aprender de las y los estudiantes.

Las voces que participaron en la discusión, mencionaron que es importante la autonomía de maestras y maestros para contextualizar el currículo, que no tengan limitaciones en su rol de enseñanza y que el rol del estudiantado no se limite solo a aprender, lejos de eso, se debe propiciar condiciones para que ejerzan su ciudadanía a través de la práctica y lo que se enseñe esté de manera transversal en todos los cursos.

Sobre la segunda dimensión, Convivencia y diversidad cultural, las y los participantes coinciden en que en la escuela se convive de la misma manera en la que se aprende y ven como urgente sensibilizar a todos los actores educativos sobre la importancia de aceptar lo diverso y diferente, promoviendo un trato igualitario y una convivencia democrática; de la misma manera el prestar mayor interés en el trabajo inclusivo, donde la escuela sea un espacio también para desaprender y abrazar lo diverso.

El grupo que trabajó la tercera dimensión concluyó que, para formar ciudadanas y ciudadanos en la escuela, las y los estudiantes deben participar activamente eligiendo a sus representantes y ser consultados para la construcción de reglamentos internos de la escuela, ejercer sus derechos y cumplir con sus responsabilidades.

Aunque existen diversas organizaciones estudiantiles dentro de las instituciones educativas, persiste la necesidad del reconocimiento ciudadano de las y los estudiantes, uno que les permita relacionarse con la comunidad educativa, también desde el cuestionamiento, los aportes, la interpelación y la toma de decisiones.

¿Los conflictos sociales deben ser parte de la formación ciudadana?, fue la pregunta trabajada en la cuarta dimensión. El grupo coincidió en que, efectivamente, la escuela debe asumir un rol importante en la formación ciudadana, y que esta no se puede desligar de los acontecimientos políticos, sociales y económicos de nuestro país. Plantearon, además, que en la escuela se pueden dar a conocer mecanismos de solución como el diálogo.

Sin embargo, pese a reconocer que la escuela tiene un papel protagónico en la formación ciudadana y el abordaje de los conflictos sociales, se mencionó que aún existen situaciones que limitan su rol; hay una falta de involucramiento de parte algunos docentes en el contexto local, regional y nacional, por ello plantearon la urgente necesidad de que maestras y maestros asuman un rol protagónico, que la norma permite, y diversifiquen los contenidos, dando paso así a una formación ciudadana.

También se plantea un escenario político adverso en el que existe injerencia estatal, que prohíbe el tratamiento de temas relacionados a los conflictos sociales y que esto provoca que directivos y docentes no lo aborden por temor a las represalias.

Este grupo de trabajo propuso una serie de pautas y estrategias para promover el diálogo, reflexivo y crítico donde se toquen temas vinculados a la vida en comunidad, el respeto a los derechos de todas y todos y se discutan asuntos del escenario político y social de nuestro país. Recomendaron revisar los documentos pedagógicos para hacer real lo teórico en la práctica.

En ese sentido las y los actores que dialogaron en este espacio coincidieron en que, la ciudadanía se fundamenta en los valores que podemos compartir e impartir, en un marco de igualdad para todas y todos.

Indicaron que esto exige deshacernos de límites invisibles que separan a las personas por grupos: por edad, credo, procedencia, sexo, nivel social, cultural, identidad de género y todas las categorías arbitrarias que, a través de la historia, han sido un falso fundamento para marginar a los otros, limitándoles a ejercer plenamente su ciudadanía.

Es esperanzador vislumbrar que, en la construcción de una nueva escuela, sean las y los adolescentes protagonistas de su quehacer ciudadano y que las autoridades sean garantes para que esto se haga realidad.

Escribe: Giovanna Morales Martínez, sicóloga de Tarea en Ayacucho