Discurso presidencial: futuro incierto

A un año de su gestión, se esperaba un discurso del presidente de la República Pedro Castillo con un nivel de autocrítica y explicaciones sobre los presuntos casos de corrupción de sus círculos más cercanos y las cinco acusaciones fiscales que tiene, pero optó por el silencio y responsabilizar a los medios de comunicación de la inestabilidad de su gobierno.

Es cada vez más incierta la continuidad del gobierno del presidente Castillo, porque vivimos en un ambiente de sospechas por la supuesta corrupción de su entorno que incluso compromete a su familia y por la creciente posibilidad que el Congreso obtenga los 87 votos para promover su vacancia; se suma a ello el bajo respaldo popular, según la última encuesta de Ipsos el 74 % de la ciudadanía desaprueba su gestión.

Algunos de los temas positivos abordados en el discurso fueron: el anunció del incremento de pensión 65, de 250 a 400 soles, en educación se continuará con la beca PRONABEC, que beneficiará a las/os jóvenes con escasos recursos económicos y desempeño académico sobresaliente para estudien carreras técnicas, universitarias de pre y postgrado, en relación a la política remunerativa para el 2023 se prevé un aumento salarial para docentes nombrados, contratados y auxiliares y para el 2026 propone un piso salarial correspondiente a una Unidad Impositiva Tributaria (UIT) para la primera escala magisterial. En evaluación docente se mantiene la meritocracia, pero propone cambiar el enfoque de evaluación, para poner énfasis en el aspecto pedagógico.

El discurso estuvo lleno de cifras, pero no dijo cómo se hará, por ejemplo, la reducción de la pobreza, la promoción del empleo o el ingreso libre a las universidades. También se dijeron verdades a medias como el fortalecimiento del sistema educativo y los aprendizajes, la persistencia de la descentralización, la seguridad ciudadana, la lucha contra la corrupción y el inicio de la II reforma agraria, poco o nada hemos visto en estos puntos en el primer año de gestión del gobierno. Más bien se han dado leyes que van en contra de las reformas educativas que le quitan liderazgo al Ministerio de Educación en el enfoque de género y debilita la calidad de la educación superior, en concreto contra Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU).

El actual currículo nacional aprobado por R. M. N.º 281-2016-MINEDU se elaboró tomando en cuenta los resultados de catorce estudios, nueve mesas técnicas, una conferencia nacional, seis mesas de diálogo regionales, veinte consultas focalizadas en Lima y una consulta nacional en Ayacucho, realizados entre 2012 y 2015[1]. A seis años de su aprobación, sin evaluación conocida y de manera improvisada se pretende elaborar un nuevo currículo nacional. Es más, según lo señalado en el discurso ya tienen un avance del 70 %. Propone que todos podamos opinar sobre los aprendizajes que necesitamos, pero no dice cómo se viene elaborando ni cuáles son las formas de participación ciudadana.

La otra cara del discurso presidencial, fue el comportamiento de los congresistas de oposición, quienes se mostraron intolerantes, con emociones poco empáticas, le dieron la espalda al presidente, se retiraron del congreso, estuvieron hablando y chateando con su celular durante todo el discurso. El congreso tiene el 79 % de desaprobación, porcentaje mayor que la que tiene la gestión del presidente de la República.

Lo visto el 28 de julio, no ayuda a mejorar su imagen, más bien incrementa las condiciones para un escenario incierto, con una débil esperanza, sin argumentos para salir de la crisis política social del país.


[1] www.minedu.gob.pe/curriculo/evolucion.php
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Escribe: José Luis Carbajo Ruiz. Coordinador de Tarea en Ayacucho
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