Compromisos de gestión en educación: un instrumento a perfeccionar

La Ley de Presupuesto del Sector Público para el año fiscal 2014, Ley N° 30114, trajo como novedad para el sector educación a los compromisos de gestión. Estos son definidos por el Ministerio de Educación como “un esquema de financiamiento condicionado de recursos adicionales para todas las Unidades Ejecutoras de educación de Gobiernos Regionales”. En concreto, las Unidades Ejecutoras del país deben cumplir, en dos tramos, con un conjunto de compromisos de gestión asociados al Buen Inicio del Año Escolar, para que se les pueda asignar S/. 153’900,000.00. Estos fondos podrán gastarse en la contratación de docentes para la ampliación de cobertura del nivel Inicial y en bienes y servicios de los programas presupuestales Logros de Aprendizaje de los Estudiantes de Educación Básica Regular e Incremento en el Acceso de la Población de 3 a 16 años a los Servicios Educativos Públicos de la Educación Básica Regular.

La medida, desde su inclusión en el proyecto de ley de presupuesto, generó expectativa entre organizaciones de sociedad civil, ONG, agencias de cooperación y los mismos gobiernos regionales. De hecho, la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, en el marco de la Comisión Intergubernamental de Educación, expresó su compromiso de apoyar su implementación, no sin antes señalar sus preocupaciones y de solicitar al Ministerio de Educación que cumpla con los hitos que requieren los gobiernos regionales para cumplir con los compromisos.

Esta iniciativa generó expectativa entre los actores mencionados por varias razones: a) estimula en los Gobiernos Regionales y sus Unidades Ejecutoras un mayor análisis sobre las capacidades y condiciones que disponen para enfrentar la gestión en base a procesos; b) compromete a los gobiernos regionales con las metas del buen inicio del año escolar; c) pone en evidencia que los procesos de gestión educativa requieren la acción articulada del Ministerio de Educación y los gobiernos regionales y sus Unidades Ejecutoras; y d) canalizan recursos y esfuerzos de asistencia técnica hacia las Unidades Ejecutoras para fortalecer capacidades en áreas como adquisición de bienes y servicios, contratación de personal y el uso de sistemas y aplicativos informáticos como el NEXUS, Perú Educa y SIAGIE.

Pero, así como se pueden identificar potencialidades, también se pueden señalar algunas debilidades en el diseño de la propuesta de compromisos de gestión. Una de las condicionalidades no puede ser la contratación de docentes para ampliar la cobertura del nivel Inicial. Una de ellas es que vulnera el derecho de niñas y niños a la Educación, sobre todo en el ámbito de aquellas Unidades Ejecutoras donde existen menos condiciones para poder cumplir con los compromisos. Otra debilidad es su débil concertación. Los compromisos se instituyen a partir de la Ley y no así por un acuerdo construido con los gobiernos regionales, generando una situación que podía poner en riesgo los procesos de articulación intergubernamental que promueve el mismo Ministerio de Educación. Otra es que los gobiernos regionales no son la instancia descentralizada que gestiona estos compromisos, sino sus unidades ejecutoras directamente, fortaleciendo la identidad de entidad desconcentrada con que se manejan estas unidades. Otra es que la propuesta supone que los recursos y capacidades y condiciones del entorno son similares en todas las Unidades Ejecutoras.

Los pocos estudios existentes señalan que aquellas que atienden a las zonas rurales y poblaciones indígenas cuentan con menos condiciones para cumplir con los compromisos de gestión y que las condiciones del entorno, como la conectividad, necesarias para los compromisos del segundo tramo, están desigualmente distribuidas. La lista puede continuar, las señaladas aquí bastan para señalar que la propuesta requiere un diseño más robusto, en términos de enfoque y resultados.

Afortunadamente, la norma técnica del Ministerio de Educación, que establece las orientaciones para la implementación de los compromisos de gestión, hace adecuaciones que mejoran la viabilidad de su cumplimiento en esta primera experiencia. Pero el desafío de mejora permanece. Se requiere que instrumentos del presupuesto por resultados, como los compromisos de gestión, estén orientados al cumplimiento irrestricto del derecho a la Educación, al desarrollo de capacidades y las condiciones de gestión de las unidades ejecutoras y a la mejora de la calidad de los servicios educativos. Aportar en esa línea es responsabilidad, no solo del Estado, sino también de todas aquellas organizaciones y personas que han asumido el compromiso de contribuir a la implementación de las políticas educativas. Sigamos avanzando en esta tarea.

Tabla 1: Compromisos de gestión por tramos

 Escribe: José Luis Vargas Dávila, Equipo Técnico de la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza.