Nadie resuelve el problema. Garantizar maestros formados en EIB y con condiciones dignas en las comunidades originarias

El 9 y 11 de diciembre de 2022 cerca de 157 mil docentes rindieron la Prueba Única Nacional del Concurso de Ingreso a la Carrera Pública Magisterial 2022, en los 216 centros de evaluación dispuestos a nivel nacional. En el caso específico del pueblo Kichwa del Alto Napo (Torres Causana) fueron 67 los maestros que dieron el examen, 50 de primaria (11 mujeres) y 17 de inicial, todas mujeres.

La Prueba nacional para el nombramiento comprendió dos sub pruebas: en la primera se evaluaron las habilidades generales, y en la segunda, los conocimientos pedagógicos, curriculares, y disciplinares de la especialidad. En el caso de las docentes de educación inicial una de ellas ha logrado aprobar la prueba y podrá continuar en el proceso, en el caso de las y los docentes de primaria ninguno.

Lamentablemente estos resultados son similares a lo que ocurre con otros pueblos originarios, donde el contar con un enorme porcentaje de docentes contratados solo abona a la inestabilidad y fragilidad de las condiciones docentes. Ante esta realidad nos preguntamos ¿cuáles son los factores que intervienen en estos resultados?, ¿será que se mantienen las serias deficiencias de la educación básica que la formación docente inicial no ha podido subsanar?

¿Será que la ausencia de actualizaciones y capacitaciones por parte del estado y de privados que debería darse como parte de la formacion en servicio, no llega por falta de conectividad y por la distancia de estos lugares alejados (dos o tres días de la ciudad de Iquitos por vía fluvial)?, ¿será que al ser la lengua kichwa su lengua materna, existen problemas con un buen manejo del castellano, como para abordar temas complejos de carácter teórico, lo que los pone en desventaja al no utilizarse la lengua indígena en estas evaluaciones?

¿Será que la prueba ha sido construida pensando un “docente” único, a nivel nacional, donde las casuísticas no logran abarcar las realidades diversas del país y mucho menos la realidad de las poblaciones indígenas amazónicas?

Existe una importante brecha de docentes formados en Educación Intercultural Bilingüe (EIB) para la atención en la educación básica de todos los pueblos originarios, en el caso del pueblo kichwa ello lleva a que todos los años se contrate docentes con título pedagógico (los menos) pero sin formacion en EIB, docentes con estudios concluidos, personas con estudios incompletos e incluso con educación secundaria. La existencia de docentes con 18, 20, 24 años en situación de contrato demanda una respuesta inmediata y certera de parte del gobierno y del Ministerio de Educación (Minedu).

Ahora, si bien se espera decisiones de política respecto a dotar a las niñas y los niños de pueblos originarios de docentes con la debida formación y estabilidad en el cargo (nombrados), también es cierto que el ingreso a la carrera publica magisterial constituye un reto personal y profesional del docente, por lo que demanda una actitud de autoformación permanente en las y los docentes para el desarrollo de su vida profesional.

La situación de los docentes kichwa del Alto Napo, del distrito de Torres Causana, al igual que la de muchos docentes de pueblos originarios, exige la atención a aquellos factores –estructurales– que han determinado que hasta el momento los maestros de inicial, primaria y secundaria del pueblo Kichwa no hayan logrado pasar la valla para continuar con el proceso de nombramiento.

Si no se reacciona, desde el Minedu, si no reaccionamos como sociedad, si no se hace nada desde las organizaciones indígenas y desde los propios docentes indígenas, continuaremos año tras año lamentando los resultados, en lugar de tomar decisiones y realizar acciones –en perspectiva de equidad– para asegurar docentes con un buen desempeño en el desarrollo de aprendizajes, en las relaciones con las madres y padres de familia así como con otros actores para el lograr una educación pertinente y de calidad que nuestras niñas y niños de la Amazonía y de todo el Perú se merecen.

Escribe: Yolanda Sandoval, educadora de Tarea en Loreto