Las palabras más temidas
Dictadura, conflicto armado, conflicto social, educación sexual integral, aborto e ideología de género son palabras que han sido proscritas. El Ministerio de Educación ha revisado 710 textos escolares y en 57 de ellos encontró esas palabras que considera “peligrosas”.
El túnel del tiempo. En pleno siglo XXI el miedo a las palabras y a los textos nos retrotrae al año 1327 en el que Humberto Eco sitúa su novela El Nombre de la Rosa. La trama gira alrededor de un conjunto de asesinatos en la Abadía italiana de Melk. Esta contaba con una biblioteca repleta de manuscritos y libros raros y prohibidos. Se descubre que los asesinatos estaban relacionados con un texto de Aristóteles sobre la comedia. Habían escondido y envenenado el libro para evitar su lectura, por eso todo aquel que accedía a él terminaba muerto. Al final, el libro es destruido y la biblioteca incendiada, perdiéndose los saberes que cobijaba y que eran preciados para la humanidad.
Los ministros Ponce y Quero[1] parecen reencarnaciones de Jorge de Burgos, el anciano monje ciego que ejercía el rol de censor e implementaba una estricta vigilancia y control de los textos de la Abadía. Representa el pensamiento oscuro e intolerante que tiene miedo al saber y terror a la irreverencia y a la risa. “La risa mata el temor y sin temor no puede vivir la fe” alegaba Burgos y esta máxima cristaliza la esencia de la narrativa dogmática.
Los censores del siglo XXI recomiendan eliminar 22 libros que tienen esas palabras que a su juicio resultan “sensibles”. En marzo del 2023 se conformó un equipo de los textos para el 2024. El veto abarca desde ejercicios matemáticos hasta libros de historia y de cambio climático.
Algunos de los textos censurados son: Trabajo y emprendimiento, de 1er grado de secundaria, porque aparecen en él los términos feminicidio y violencia de género; Guía de Cambio Climático del 2017 porque utiliza el término género para contextualizar los efectos del cambio climático; Yuyanapaq-Para Recordar porque menciona el término conflicto armado para explicar lo que vivía el Perú en aquel momento; Guía para la Investigación y Citado de Fuentes porque en la página 11 dice “ENFOQUE DE GÉNERO”; Territorio y Cultura de 4to Grado, porque en un ejercicio matemático usa temas y ejemplos sobre marchas ciudadanas pidiendo que los alumnos tracen líneas rectas para marcar su recorrido. Considera que esto alienta los conflictos sociales y el terrorismo.
¿Borrar la realidad? La censura prohíbe o suprimir palabras, pero esta negación es ficticia pues no elimina los hechos. Suprimir la palabra género o evitar que los alumnos aprendan qué es el feminicidio no desvanece el hecho de que en el Perú hay 170 feminicidios por año y 258 tentativas de feminicidios. Los escolares se enterarán de esto en los noticieros, aunque de ello no se hable en clase. Peor aún en el caso de las niñas awajun. Suprimir las palabras género y educación sexual sin sacar de la escuela a los maestros abusadores resulta macabro. Las niñas han aprendido brutalmente sobre sexualidad y tienen que mirarle la cara todos los días a los maestros que las violaron.
Es absurdo y cómico que no se pueda usar la palabra dictadura. ¿Cómo entonces se enseñará la historia? ¿Habrá que decir por ej. que Odría fue un presidente democrático y omitir el golpe de estado que dio contra el presidente José Luis Bustamante y Rivero? ¿Llenaremos los libros de historia de mentiras? ¿Cómo ocultar que tuvimos más de 20 golpes de Estado que instauraron regímenes dictatoriales? Probablemente Basadre se revuelva en su tumba por tamaño desatino.
¿Será que la PCM ahora hablará en voz baja de conflictos sociales para que esta palabra no se filtre en la escuela? ¿Aprobaremos el matrimonio infantil para ocultar el aborto fruto de una violación? ¿Negaremos las masacres de Accomarca, Putis, Los Cabitos, La Cantuta, Barrios Altos, porque las cometieron las fuerzas armadas y policiales durante el conflicto armado?
Una semiótica vaciada de contenido histórico. Estamos entrando a una época donde el lenguaje es vaciado de contenido significante. En contraste con el planteamiento de Paulo Freire que proponía alfabetizar con palabras significativas y educar a partir de la lectura del mundo, hoy nos encaminamos a educar a espaldas del mundo, a levantar muros entre el aprendizaje y el país, entre la educación y la historia. Ello forma parte de la configuración de un nuevo sujeto neoliberal que es individualista y sobrevive para la competencia en el mercado.
Martha Nussbaum cuestiona la educación actual que deja fuera las artes y las humanidades que forman habilidades cruciales para la salud interna de cualquier democracia. El pensamiento crítico y la empatía con “el otro” hoy están en riesgo de perderse, y con ello la condición de humanidad. “Si esta tendencia continua, las naciones de todo el mundo pronto estarán produciendo generaciones de máquinas útiles, en lugar de ciudadanos” (Nussbaum 2015).
El lenguaje neutral y vacío es parte de una pedagogía que construye una subjetividad alentada por el egoísmo constante, enmarcado en la ideología del éxito, que genera desconfianza, e incluso odio y racismo, hacia los otros-pobres-competidores.
La impronta retardataria. El fascismo no comenzó con los campos de exterminio, sino con un ataque contra la educación y la cultura. El 10 de mayo de 1933, grupos de estudiantes nazis quemaron libros en 34 ciudades universitarias de Alemania: Textos de Sigmund Freud, Albert Einstein, Bertolt Brecht. En la dictadura de Franco se censuró y persiguió a Antonio Machado, Rafael Alberti, Juan Ramón Jiménez, y se quemaron miles de sus libros y de autores clásicos: Cervantes, Flaubert, Goethe, Víctor Hugo, Ortega y Gasset, Balzac, Dostoievski, Tolstoi. Federico García Lorca fue asesinado. En la dictadura de Videla (Argentina) se censuraron textos de Pablo Neruda, Julio Cortázar, César Vallejo, Nicolás Guillén, Nicanor Parra, Eduardo Galeano, entre otros.
Ni los cuentos ni los textos escolares se salvan. Toda la colección de la “peligrosa” Enciclopedia Espasa fue quemada por el franquismo. En Argentina se censuró El Principito porque buscaba amigos y libertad y satirizaba la figura de un dictador y muchos otros cuentos como La planta de Bartolo porque no obedece al poderoso Vendedor de Cuadernos. En Egipto se prohibió Las Mil y una Noches. La Sirenita de Andersen se prohibió en Kuwait por su portada “demasiado explícita”. En varios estados de Estados Unidos, en escuelas británicas y en los Emiratos Árabes se prohibió Harry Potter por “promover la brujería”. Los Viajes de Gulliver se prohibieron en España, Francia, Inglaterra e Italia por tratar temas como corrupción, colonización y guerra. Aquí en el Perú la dictadura de Morales Bermúdez censuró el cuento Paco Yunque porque mostraba el oprobio del gamonalismo.
Prohibir libros es sólo el comienzo de la arremetida de extrema derecha que recorre América y Europa. Se establece un símil de textos y de pensamiento crítico con “terrorismo” y se desata una lógica que puede pasar de la censura a la violencia y de la quema de libros a amenazas, insultos y agresión contra los seres humanos. Debemos evitar esa impronta desde ahora. Lo peligroso no son las palabras sino la espiral oscura que su censura acarrea.
Referencias
FREIRE, Paulo (1969) La Educación como práctica de la libertad, Ed. Siglo XXI. https://www.rogelio.argumedo.mx/docs/178291547-Paulo-Freire-La-Educacion-Como-Practica-de-La-Libertad-Ocr.pdf
MORÁN, María Alma (2009) Fantasía bajo sospecha: Censura, lectura y libertad en algunos libros infantiles prohibidos durante el Golpe de Estado (1976-1983) en Argentina.
https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.7734/ev.7734.pdf
NUSSBAUM, Martha (2012) Discurso cuando recibe el Premio Príncipe de Asturias
https://www.fpa.es/es/premios-princesa-de-asturias/premiados/2012-martha-c-nussbaum.html?texto=discurso&especifica=0
NUSSBAUM, Martha (2015) Discurso cuando recibe el Honoris Causa por la Universidad de Antioquia
https://www.elheraldo.co/educacion/el-duro-discurso-de-martha-nussbaum-sobre-el-futuro-de-la-educacion-mundial-233416
[1] La ministra Miriam Ponce dispuso la revisión y censura de los textos y el ministro Quero tiene en sus manos la continuidad o suspensión de este proceso.
Escribe: Teresa Tovar Samanez
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