En el nivel de Educación Inicial. “Las actividades complementarias” y la articulación con las familias

Las iniciativas para mejorar el sistema educativo, necesitan salir desde las regiones, en función a sus planes de desarrollo. El estado central a través de las instancias del sector debe brindar las condiciones para que estas iniciativas se desarrollen aprovechando mejor las situaciones cotidianas que están viviendo las y los estudiantes en sus comunidades. Incluso en un modelo de educación a distancia las experiencias de aprendizaje deben dialogar con la vida de las y los estudiantes [1].

Durante el año escolar 2020, muchas docentes del nivel de Educación Inicial, hicieron esfuerzos por articular las experiencias de aprendizaje que venía de la estrategia Aprendo en Casa con situaciones del contexto, esto no fue sencillo, pero las maestras encontraron una posibilidad a través de las actividades complementarias.

En el grupo de maestras de la red de Layo, el trabajo fue compartido, el proceso se iniciaba con el análisis de las experiencias de aprendizaje provenientes de la estrategia Aprendo en Casa, luego reajustamos el plan remoto articulando con el calendario agro festivo ritual, el cual nos proporcionaba situaciones para lograr aprendizajes significativos, en este proceso articulamos también con los cuadernos de trabajo.

Para realizar las actividades complementarias, la coordinación con los padres y madres de familia fue clave, dado que la actividad siempre suponía la participación de la familia. Como por ejemplo “Cantando una canción a dúo con mama” o “aprendiendo a hacer cometas en familia”.

Con las familias conversamos sobre el sentido de estas actividades complementarias, cada reto se apoya en el conocimiento que posee la familia, sobre todo abuelos y abuelas respecto a una actividad que se presenta dentro del calendario agro festivo ritual, por ejemplo, si en la comunidad ya iniciaron las actividades agrícolas el reto es averiguar qué tipo de “señaleros” debemos conocer para iniciar la siembra o en época de cosecha mamá puede enseñar a preparar un delicioso plato nutritivo donde el niño y la niña pueden participar pelando la papa o las habas, siendo esta una oportunidad para acercarse más entre familia.

Las sabias y los sabios al compartir su saber garantizan la continuidad de éste, promoviendo así el desarrollo de la transmisión intergeneracional de saberes.

Una vez que niñas y niños con sus familias han realizado la actividad sugerida, estas se socializan mediante audios y videos caseros, que se comparten entre las familias del aula y en ocasiones por la radio o la TV local. Ello por una parte da fe del trabajo familiar pero sobre todo busca difundir los saberes locales, nuestros sabios y sabias que muchas veces participan, sienten lo importante que son, que la edad no limita que puedan compartir con las nuevas generaciones lo más valioso que tienen; sus saberes.

Las actividades complementarias, permitieron, además, reconocer la importancia de la actividad lúdica como herramienta pedagógica para dinamizar el aprendizaje en niñas y niños y, fortalecer el vínculo familiar. También hicieron que fuera posible el trabajo colaborativo escuela, familia y comunidad y el compromiso con la educación remota de sus hijas e hijos, el que está siendo atendido con responsabilidad, promoviendo la transmisión intergeneracional de saberes desde una mirada lúdica, poética y musical.

Escribe: Yulissa Jurado, Tarea en Cusco

[1]Balance cusco 2020 “Lecciones aprendidas”

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