Revista TAREA
Resultados
Educación Comunitaria: oportunidad de aprendizaje permanente
Edición 090 - diciembre de 2015
Politicas Educativas
Oscar Badillo: “La educación comunitaria es un instrumento potente para cerrar las brechas educativas que todavía arrastramos”
La educación comunitaria o la memoria de futuro
Community-based education or the memory of the future
Articulación de la Educación de Personas Jóvenes y Adultas con la vida de las comunidades locales y las sociedades nacionales
Aprendiendo desde la vida. La experiencia del Comité de Educación Comunitaria del Cusco
Educación comunitaria: reflexiones de un camino compartido
Educación de las comunidades en el espacio de la ciudad educadora. Reflexiones y propuestas
Pensamiento Pedagógico
La educación comunitaria en el Perú. Política educativa y tendencias
Community-based education in Peru. Educational policy and trends
Innovando
Estrategias educativas y desarrollo de capacidades interculturales. La experiencia de la Escuela de Líderes para el Desarrollo “Hugo Echegaray”
El “Proyecto de calendario agro-académico-festivo” del colegio Pukllasunchis del Cusco. Un proyecto de investigación comunitaria pedagógica
Las Escuelas Feministas de Flora Tristán: por el empoderamiento de las mujeres
La revitalización cultural y lingüística desde la acción conjunta. Comunidades andinas y amazónicas quechuas
Reseñas
Prioridades educativas regionales en el marco del PEN. Período 2015-2018 / Consejo Nacional de Educación
EDITORIAL TAREA Nº 90
Los conocimientos obtenidos por la niñez y la juventud más allá del sistema escolar superan largamente todo lo que consiguen en él, y esta diferencia va in crescendo, pues el caudal de informaciones provenientes de los medios masivos de comunicación y la sociedad en su conjunto sobrepasa las paredes de la escuela y se abre a la denominada sociedad del conocimiento, de lo que se deduce que la participación equitativa en ella será una demanda sociopolítica de primer orden que, solo, el sistema escolar no podrá abordar.
Esta demanda sociopolítica se ve dificultada por una tendencia hegemónica todavía presente en sociedades de conocimiento que le da más valor a un saber alineado con una visión de desarrollo y de bienestar vinculado al mercado y la plusvalía monetaria como la principal meta por lograr. La sociedad del conocimiento debe abrirse a todos los saberes, como aquellos que se gestan en las comunidades que tienen diversas maneras de conocer, de expresar la belleza, de sentir cuando producen, de relacionarse con el mundo y el buen vivir.
Por ello se espera que en los próximos decenios las discusiones respecto de las futuras sociedades del conocimiento se concreten sobre bases más democráticas, se construyan mejores interrelaciones entre la diversidad de saberes, el auge de las tecnologías y las demandas en materia de participación, y que en ellas cobren enorme importancia las proyecciones de diversas formas de educación comunitaria.
Cuesta entender que incluso la problemática escolar es antes que nada problemática comunitaria. No deja de ser curioso que la dimensión técnico-profesional requiera de conocimientos, habilidades y destrezas que muchas veces ni siquiera se enseñan en las subestructuras formales de la educación. Hay que volver a considerar en serio que “las personas y sus circunstancias vitales deben ser comprendidas desde una doble perspectiva, la individual y la comunitaria” (Guareschi).
En el presente número de TAREA, dedicado a la educación comunitaria, se ponen en relieve, entre muchos aspectos, su naturaleza multidimensional vinculada con la pedagogía, el ejercicio de los derechos humanos y la búsqueda de protagonismo político en la construcción de la democracia, la espiritualidad asociada a la generación de cultura y el ejercicio de la ciudadanía; sus desafíos, como el de repensar sus epistemes y su lugar en el escenario de la educación nacional y mundial. La acción comunitaria está también expuesta en esta revista a través de la presentación de experiencias concretas y aleccionadoras que aportan vivencias, estéticas y nuevos sentidos a la riqueza de la diversidad y que conducen al redescubrimiento y la puesta en acto entre los seres, sus capacidades para cooperar, solucionar problemas y soñar nuevos caminos desde la óptica de la responsabilidad colectiva, con el protagonismo de los sujetos mediados por propósitos comunitarios.