En la zona del Alto Napo. Iniciando el trabajo pedagógico en las instituciones EIB Kichwa
Para iniciar las labores escolares de este año, las y los docentes bilingües, después de ser contratados y fortalecido sus capacidades –mediante un taller de 6 días de duración– en la ciudad de Iquitos, se trasladaron en la lancha de los maestros desde la ciudad de Iquitos hasta la zona rural de frontera, navegando por el rio Napo durante siete días de viaje hasta su lugar de trabajo: las comunidades del distrito de Torres Causana. Esta lancha fue subvencionada por la Gerencia Regional de Educación de Loreto.
Este año 2023, el equipo de educadores de TAREA Asociación de Publicaciones Educativas se organizó para visitar a todas y todos los docentes kichwa de las siete escuelas de la Red Campo Serio, haciendo una primera visita diagnóstica del trabajo pedagógico e identificó fortalezas y limitaciones en las condiciones de aprendizaje y en la conducción de los procesos de enseñanza. Las clases se iniciaron la tercera semana de marzo, previa coordinación de las y los docentes con las autoridades de cada comunidad.
El trabajo pedagógico tiene un primer punto en la actualización del calendario comunal, proceso en el que se requiere el acompañamiento de los sabios y sabias de las comunidades indígenas debido a que ellas y ellos conocen con mayor profundidad los saberes propios. Así mismo se continúa con la planificación del proyecto de aprendizaje de acuerdo al calendario comunal, para desde allí trabajar las competencias de las áreas curriculares.
En esta primera visita diagnóstica se ha observado un conjunto de carencias en las instituciones educativas visitadas, la mayoría de ellas, no tenían materiales para iniciar las clases o para ambientar las aulas, así mismo se observó la necesidad de dar mantenimiento a los servicios higiénicos para que se encuentren en buenas condiciones, lo cual es un reto por la falta el agua y materiales de gasfitería como grifos. De igual manera las instituciones educativas no cuentan con aulas completas y los docentes tienen que ocupar el local comunal o las malocas de la comunidad en malas condiciones. Estas son algunas de las situaciones más críticas que se encontraron. En muchos casos están trabajando con mobiliario incompleto, o poco adecuado al haber sido elaborado con cooperación voluntaria de las familias y la comunidad. Si bien las escuelas tienen una partida de dinero destinada al “mantenimiento preventivo” la dimensión de las necesidades supera ampliamente el monto recibido. Lamentablemente, esta realidad no es ajena a la de muchas escuelas rurales en la Amazonía.
Un aspecto a favor es que docentes y estudiantes tienen un buen nivel de dominio de la lengua materna, el kichwa, así como conocimiento de la comunidad donde viven, porque pertenecen al pueblo kichwa. Si bien hay un manejo del castellano, este todavía se requiere fortalecer.
En algunas escuelas los proyectos de aprendizaje, empiezan a tomar en cuenta también los problemas que viven cotidianamente los pobladores. Por ejemplo, en una de las comunidades, debido a las lluvias torrenciales y crecientes del río Napo, las y los docentes señalaron que la salud de los estudiantes era preocupante, había una gripe muy fuerte y por esta razón niñas y niños no asistían a la escuela. La Institución educativa N° 601023 de la comunidad de Aushiri entonces, había previsto trabajar un módulo sobre la preparación de remedios caseros con docentes y sabios, para prevenir y tratar estas enfermedades.
De esta manera –algunos– docentes de la zona están empezando a trabajar con proyectos, que fortalecen aprendizajes, donde están presentes los saberes propios de comunidad, valorando su identidad cultural como pueblo kichwa.
Estos primeros meses de inicio del trabajo pedagógico develan enormes retos que deben ser resueltos –urgentemente– desde las autoridades competentes, pero también muestran fortalezas en docentes y comunidades sobre las cuales implementar los cambios necesarios, solo si se dan los cambios en estos dos ámbitos, a nivel de la política educativa y de la practica pedagógica y si aprovechamos las fortalezas que existen en las comunidades, podremos avanzar hacia un proceso de transformación y mejora de la educación en nuestras escuelas rurales de la Amazonía.