Educación de jóvenes y adultos: qué nadie quede atrás
La Educación Básica Alternativa (EBA) cumplió, el 18 de abril, quince años de vida. Esta modalidad nació para dar respuesta a las necesidades y aspiraciones de millones de personas jóvenes, adultas, y adultos mayores cuyo derecho a la educación a lo largo de la vida estaba siendo vulnerado.
Lograr este derecho implicaba dar un salto cualitativo a la llamada escuelita nocturna, caracterizada por una educación de espaldas a las necesidades formativas de jóvenes, adultos y adultos mayores, insertos en una vida social activa como padres y madres de familia, trabajadores preferentemente informales, del campo y la ciudad, y, partiendo de esas realidades ofrecer una educación pertinente y de calidad, objetivo que, ante la débil política pública del sector ante la pandemia del Covid-19, continúa siendo un gran desafío.
En el contexto de esta profunda crisis, debemos felicitar los esfuerzos y el compromiso de maestras y maestros, estudiantes, así como de algunas autoridades del sector –cada uno a su nivel de responsabilidad–, que están dando lo mejor para afrontar esta realidad caracterizada por la desigualdad y la exclusión, especialmente de las zonas rurales y amazónicas.
El hecho de hacer hincapié en los problemas trata de llamar la atención a estrategias homogéneas, que no están tocando la realidad de cada una de las zonas que tienen hoy mayores dificultades, y que a las ya sabidas como: bajos porcentajes de matriculados, ausentismo, poblaciones analfabetas en zonas rurales y en la Amazonía; escasa oferta educativa en dichas zonas, desarticulación con la educación ambiental, el trabajo, y la educación comunitaria, sin una mirada de abordaje intersectorial; se suma el problema de conectividad.
Según un informe del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, en el Perú solo el 46 % de peruanos tiene acceso a Internet; también señala que, la penetración de Internet es casi inexistente en las zonas rurales (1 %), mientras que en las zonas urbanas es del 30, 2 %. La pregunta que nos hacemos es: ¿Qué calidad de educación a distancia podemos asegurar en esas condiciones de conectividad?
Los maestros y maestras comprometidas con estas realidades, sentimos que urge repensar las políticas públicas para enfrentar la pobreza y la exclusión; que los aprendizajes que se promueven hoy, y que se abordan a través de Radio Nacional, radios locales, promuevan proyectos articulados de vida; que los aprendizajes aborden la situación emocional de manera permanente, el cuidado de la salud integral, la importancia de aprender a cuidarnos, junto al análisis de las políticas públicas necesarias para el goce del derecho a la salud.
Urge tratar las medidas que se están planteando en relación al trabajo es fundamental que conozcan qué medidas se están promoviendo, y qué mecanismos desarrollar para la defensa de su trabajo, y que no se ahonden aún más, situaciones de injusticia y de explotación; así también, el abordaje del respeto a la vida, la no violencia contra niñas, niños y mujeres constituyen aprendizajes fundamentales para promover relaciones de género en igualdad de condiciones, valorando y cuidando la dignidad humana; así como, repensar nuestra relación con el entorno natural, superando la hegemonía del ser humano sobre la naturaleza.
Sin lugar a dudas todos estos aprendizajes contribuirán a fortalecer en medio de la crisis una mejor relación entre ciudadanos.
Los jóvenes y adultos están viviendo múltiples experiencias de solidaridad entre vecinos, paisanos, es importante conocerlas, valorarlas, y a partir de estas promover aprendizajes significativos que fortalezcan los lazos comunitarios y de solidaridad que son la base para mantener la esperanza.
En medio de esta crisis cargada de incertidumbre apostemos como buenos educadores freireanos por la esperanza, repensando una nueva Educación de jóvenes y adultos, como ejercicio pleno de derechos, y para que nadie quede atrás.
Escribe: Nélida Céspedes Rossel. Educadora popular. Presidenta honoraria del CEAAL, miembro del Grupo de Incidencia en Política Educativa (CEAAL), y del Colectivo por una EPJA Transformadora que forma parte de la Plataforma por la Educación.