Un discurso con reconocimiento a la diversidad del país
A nueve días de ser proclamado como Presidente de la República por el Jurado Nacional de Elecciones, el candidato de Perú Libre José Pedro Castillo Terrones, juro el 28 de julio en el Congreso de la República como presidente del bicentenario del Perú para el periodo 2021-2026. En su primer discurso señaló “Comienzo saludando a mis hermanos descendientes de los pueblos originarios del Perú prehispánico, a mis hermanos quechuas, aimaras y amazónicos, a los afroperuanos y a las distintas comunidades descendientes de migrantes, así como a todas las minorías desposeídas del campo y la ciudad. Juntos, decimos hoy, ¡KASHKANIRACMI! ¡SEGUIMOS EXISTIENDO!”
Este reconocimiento es muy importante en un país donde la discriminación y desigualdad de acceso a los derechos de salud, educación y empleo digno son históricas, situación que la pandemia del covid-19 ha profundizado, aumentando la pobreza en las zonas rurales de 47,3 % a 62,3 % (UNICEF, nota de prensa 14 de octubre 2020), siendo uno de los desafíos de atención en el bicentenario.
Su discurso fue de afirmación cultural, de su identidad, de su condición de campesino, docente rural, rondero, líder sindical y político formado al interior del país. Hizo referencia a la resiliencia de su madre y padre por falta de oportunidades, de las actividades en el campo, del frio en las madrugadas y de su paso por la escuela rural. José Pedro Castillo nació en Cajamarca, la quinta región más pobre del Perú, en el poblado de Puña, distrito de Tacabamba, provincia de Chota.
En su discurso afirmó una voluntad democrática y señaló que actuará en el marco institucional y de acuerdo a la Constitución vigente, buscó calmar los demonios de una derecha ultra conservadora que metió miedo a la población, y acosó y hostigó a las autoridades electorales en nombre de la democracia. Reafirmó en su discurso la propuesta de conformación de una asamblea constituyente para elaborar una nueva Constitución, una de sus promesas de campaña electoral. También señaló como prioridad la atención a la pandemia, salud, educación, empleo, la reactivación económica con la participación de los gobiernos regionales y locales sin pretender estatizar la economía.
Anunció que la educación la declarará “en estado de emergencia, para recuperar los aprendizajes y evitar que la falta de equidad siga creciendo”, indicó que se proponen “aumentar el presupuesto del sector educación para dar respuesta a las grandes necesidades educativas de los sectores vulnerables: rurales, bilingües, periferias marginadas y urbanos. Nos proponemos duplicar la asignación presupuestal para la educación pública en los primeros años de nuestro gobierno y aumentar la participación del gasto en el PBI”. Siendo una de sus prioridades las zonas rurales, bilingües, periferias marginadas y urbanas, planteó distribuir los recursos con criterio de equidad. Para reivindicar una de sus demandas sindicales como maestro, destinara 1000 millones de soles para cancelar la deuda social a maestras y maestros, adeudo que tiene el Estado del 30 % de sueldo por concepto de evaluación y preparación de clases, así como los pagos por luto y sepelio.
Planteó reforzar la atención educativa de la primera infancia, “retornando el Programa Cuna Más a las Unidades locales de gestión descentralizadas- UGEL del sector educación para que junto con los servicios educativos de primer ciclo que funcionan con participación de las familias y comunidades se desarrolle el Programa de Desarrollo Infantil Temprano”. Señaló que en la escuela se garantizará “la alimentación en los niveles inicial, primaria y secundaria, priorizando la preparación de alimentación con productos locales nutritivos, de tal manera que al mismo tiempo se insertarán recursos económicos para fortalecer y desarrollar la agricultura local”.
Sin nombrar que pasará con la Carrera Pública Magisterial, afirmó que su gobierno va a promover “la revalorización de la carrera docente; garantizando la formación inicial y continua de calidad y pertinente con los entornos socio-culturales. El reconocimiento y revaloración del rol de los docentes, directivos de las instituciones públicas, estableciendo estímulos que garanticen una educación de calidad para todos. Consideramos de vital importancia que el sistema educativo cuente con una base firme profesores estables.”
Indicó que impulsará el mejoramiento del desempeño del docente; y que garantizara el Currículo Nacional y los Planes Curriculares promovidos por maestros, estudiantes, padres de familia y comunidad. Planteó que la innovación será una prioridad en las escuelas y la conectividad a Internet un derecho y que empezará habilitando a 800 instituciones educativas secundarias de formación técnica y en las zonas rurales promoverá centros de recursos pedagógicos.
Indicó que “a más tardar en el primer semestre del año 2022, nuestras escuelas volverán a la actividad presencial. Para ello garantizaremos la vacunación de todos los maestros, promotores, auxiliares y personal de los servicios educativos, la adopción de medidas de bioseguridad en todas las instituciones y programas educativos.” Anunció el ingreso libre a las universidades y educación superior, de manera gradual, anunció también la creación del ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación Tecnológica, lo que permitirá promover la carrera de investigación científica.
Si bien hay propuestas educativas para enfrentar las brechas de aprendizaje, hay otras que están ausentes como el enfoque de género, la educación inclusiva, educación de adultos, desarrollo de habilidades socioemocionales, atención a situaciones de riesgo a las/os estudiantes por situación de violencia, embarazo adolescente, trabajo infantil y la brecha de infraestructura educativa.
Si este gobierno sabe dialogar y escuchar a instituciones como el Consejo Nacional de Educación o instituciones de la sociedad civil como Foro Educativo, habrá la esperanza de que estas políticas sean incluidas en su gestión educativa.
Escribe: José Luis Carbajo Ruiz. Coordinador de Tarea en Ayacucho
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