Mensaje presidencial de espalda a la demanda magisterial
El mensaje presidencial del 28 de julio, no fue un discurso conciliador con maestras y maestros en huelga en 14 regiones del país, ni con más de un millón de estudiantes de la escuela pública que están en peligro de perder el año escolar.
Pedro Pablo Kuczynski en su discurso obvió el compromiso que firmó el 30 mayo del 2016 con el Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (SUTEP), en pleno proceso electoral de la segunda vuelta. En esa oportunidad se comprometió a incrementar el presupuesto en educación al 6 % del Producto Bruto Interno (PBI), cerrar la brecha de infraestructura educativa, promover la formación permanente del docente, incrementar la base salarial a 2000 soles, entre otros.
Como corresponde a un presidente que honra sus promesas electorales, debió incluir en su discurso presidencial el balance de sus propuestas y enumerar los compromisos pendientes para su segundo año de gobierno.
Un tema que, si mencionó en su discurso, fue la postergación del aumento del piso salarial del 16 % en el sueldo básico de maestras y maestros nombrados y contratados, para el mes de agosto del 2018. Convirtiendo el aumento salarial de los docentes en un punto de inflexión de la política educativa del gobierno para atender la demanda de los docentes en huelga, que plantean entre otros temas, que el aumento se de este año.
Otro tema que destacó, fue la mejora del Perú en los aprendizajes en PISA, Evaluación Internacional de Estudiantes que mide competencias en Ciencia, Matemática y Comprensión Lectora en adolescentes de 15 años en 72 países.
Si bien los avances son alentadores, todavía los resultados son muy bajos estamos en el puesto 61 en Matemática, 62 en lectura y 63 en Ciencias de 69 países participantes. Si bien hemos avanzado, este logro no corresponde al periodo de su gobierno, porque la evaluación se realizó del 17 de agosto al 18 de setiembre del 2015. Lo que no dijo de PISA es que los estudiantes pobres tienen tres veces más probabilidad de tener un mal desempeño que los estudiantes de familias con mejor posición económica por la inequidad que existe en los sistemas educativos, tampoco dijo cuanto invierten en educación los países que se encuentran en los primeros lugares.
Según el informe de la OCDE, el Perú invierte $ 1100 dólares por alumno y los países que está en los primeros lugares de la evaluación de PISA destinan un promedio de $ 8000 dólares por alumno.
El discurso presidencial, también nos dio algunas pistas de las prioridades de gobierno, una de ellas es el crecimiento económico, con inversión pública y privada y en esa perspectiva no parece un gobierno que le interese fortalecer los derechos de los trabajadores, es muy posible que promueva políticas de flexibilización laboral, con poca tolerancia y de espalda a los conflictos sociales; buscará centralizar más las decisiones del Estado y es probable que los resultados de la aritmética política sean siempre el crecimiento económico, aumento del PBI, mientras los problemas sociales y la demanda de trabajadoras y trabajadores serán temas pendientes, postergados.
Escribe: José Luis Carbajo, coordinador de TAREA en Ayacucho