Por qué cambiar lo avanzado en calidad: SINEACE O COPAES
Al escribir lo hago pensando en todos aquellos maestros, maestras, directores, estudiantes y padres de familia de la escuela pública que aceptamos trabajar por elevar y mejorar la calidad educativa de nuestras instituciones y acordamos ingresar a un proceso de Autoevaluación con fines de Acreditación, no fue fácil ni sencillo convencerlos de participar, sin embargo, se embarcaron en este proceso ya que las condiciones y la forma como fue planteado resultaba interesante, era voluntario y creímos que más adelante seria obligatorio, pero nosotros ya empezábamos y abríamos el camino para muchas escuelas más.
Hemos venido trabajando con la Comisión de Autoevaluación, como muchas escuelas, aplicando encuestas, procesando datos, interpretando. Todo, gracias al esfuerzo y compromiso de los docentes quienes a cambio de nada dieron su tiempo, así como la escuela invirtió, de lo poco que tiene, en los gastos que ha generado este proceso.
Nosotros ya procesamos nuestros resultados, lo que nos ha permitido visualizar cuáles son nuestras fortalezas y debilidades en la gestión, al mismo tiempo determinar que necesitamos organizar nuestro trabajo por la mejora de los aprendizajes, recoger evidencias, sistematizar lo que hacemos para ser reconocidos como una escuela que brinda procesos de calidad. Por otro lado, nos ha permitido ver el camino andado en 51 años de vida institucional.
Sin embargo, este proceso vivido está a punto de ser frustrado por las últimas normas que ha dado el Ministerio de Educación en relación a las funciones del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (SINEACE) y de su órgano operador el Instituto Peruano de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de la Educación Básica (IPEBA).
Ante el Congreso de la República se ha presentado un Proyecto de Ley, aprobado en el Consejo de Ministros, creando el COPAES (Consejo Peruano de Acreditación de la Educación Superior), proyecto que atenta contra nuestras instituciones al no reconocer ni valorar el trabajo realizado por 853 Comités de Autoevaluación con fines de Acreditación (578 Comités de Educación Básica Regular y 275 Centros de Educación Técnico-Productiva), porque si fuese aprobada esta Ley, solo merecerían la Certificación de Calidad las instituciones de educación superior (Universidades públicas y privadas y los Institutos Superiores).
Como directora y maestra me preocupa estas acciones ya que considero que no ayudan a la escuela pública, más bien la retrasa; nos hablan de calidad, nos organizan para trabajar y tener el enfoque de la mejora continua, ver la evaluación como un proceso de la autorreflexión en colectivo para recibir el reconocimiento de lo que hacemos por mejorar la gestión en bien de nuestros estudiantes.
Se ha invertido dinero en todo el proceso de acreditación y de un momento a otro, determinan que ya no más, sin tener en consideración, ni valorar lo andado, sin escuchar a los que día a día trabajamos con esfuerzo, cariño y compromiso por tener una escuela que brinde procesos con calidad. Tampoco se reconoce el esfuerzo de nuestros maestros, estudiantes y padres de familia. Esta decisión es un atropello a nuestra capacidad de trabajar con indicadores y al anhelo de la comunidad educativa por elevar la calidad del servicio en nuestras escuelas.
Entendiendo que en la educación básica, donde se inicia el Sistema Educativo, en vez de terminar y suspender estos procesos se deberían de fortalecer, realmente me sorprende como a través de proyectos de ley –que a mi parecer- solo miran cifras, se anulan procesos que atentan contra derechos y actitudes de las personas eso solo pasa en nuestro país, ¿será tal vez la culminación de la Revolución Educativa que nos ofrecieron en campaña electoral?. Es realmente una revolución sin dirección la que se está llevando a cabo, primero, los directores, luego los docentes y ahora la propia escuela.
Me sigue preocupando cómo informo a los colegas que el proceso de acreditación no va más. No será nada fácil pero al parecer al sistema no le importa. Espero de todo corazón que esto no prospere, que se revise y se escuche a los actores, no es fácil pero tampoco imposible.
Escribe: Lic. Janet Mellado Flores. Directora de la I.E N° 390-6/ 2044 Virgen de Fátima-Independencia