La evaluación de aprendizajes en el sistema educativo ha dejado de ser un tema de preocupación exclusivamente técnica.Todo debate en este terreno tendría que asumir que, en cualquiera de sus dimensiones, la evaluación es el resultado de un proceso de construcción interactuante de factores sociopolíticos, culturales, axiológicos, ambientales y de representaciones sociales. Los sistemas de evaluación y sus resultados educativos son ahora un motivo de debate público. En ese sentido, la difusión de los resultados de las pruebas nacionales e internacionales a través de los medios de comunicación masivos ha cobrado relevancia, especialmente si se los analiza desde el punto de vista político.

Por otro lado, el “para qué” se ha convertido en una pregunta central en el debate, sobre todo ahora que existen estudios más precisos que definen que la segregación escolar por nivel socioeconómico es en el Perú uno de los principales factores asociados al logro de aprendizajes, como se puede apreciar en el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE), promovido por la Unesco.

De ello se pueden desprender algunas interrogantes a la hora de pensar las políticas de evaluación en el sistema educativo. ¿Se evalúa para mejorar la eficiencia de la inversión pública? ¿Para orientar la demanda? ¿Para compensar las diferencias sociales? ¿Para aprobar una gestión?

Esta edición de TAREA busca contribuir a repensar la importancia de la evaluación de aprendizajes en el sistema educativo, revisarla a partir de diversas perspectivas, desde las voces renuentes a seguir asumiendo las mediciones internacionales, como las de PISA, o las que enfatizan la participación del profesorado, o aquellas que remarcan una mayor cercanía a la comunidad, que se reconozcan y aprecien los aprendizajes interculturales.

Consideramos necesario avanzar en consensos sobre lo que debemos esperar de estas evaluaciones, identificar con claridad su rol y no sobreestimar su aporte al mejoramiento de la calidad de la educación.

Nos sumamos asimismo a los homenajes que en estos meses se han brindado a un digno educador y fraternal amigo, José Rivero Herrera, quien aportó desde diversos espacios educativos —como el Consejo Nacional de Educación y a través de sus publicaciones— en la búsqueda incesante de los cambios que la educación y la sociedad requieren. Nuestra gratitud eterna por todo tu aporte, Maestro Pepe Rivero. Descansa en paz. (Huber Santisteban Matto)