Restituir a la educación su valor estratégico para el desarrollo sostenible del Perú requiere una mayor transparencia en el debate entre educación pública y educación privada, para comprender mejor los intereses que están en juego y que impactan en el presente y futuro de la educación peruana. Resulta inocultable que la opción privatista ha avanzado tanto, que parece formar parte del sentido común emplearla como paradigma de calidad. Se olvida que los mejores resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) los logran los países donde la escuela pública es mayoritaria. (Aunque el problema de fondo no va por confrontar educación pública versus educación privada.)

La educación es un derecho social de la ciudadanía, fundamental y universal; por ende, su calidad debe ser garantizada por el Estado. Esta afirmación contradice la idea de concebir a la educación como un servicio o bien de consumo, al que se accede en función de las condiciones culturales, sociales y económicas de la ciudadanía. Garantizar ese derecho supone establecer un sistema educativo nacional transversal y articulado, que incida en la formación de peruanas y peruanos, que dialogue interculturalmente con las particularidades de los contextos regionales y locales, así como con los intereses de las comunidades.

La educación es abierta para todas y todos. No debe tener un carácter selectivo, sino que ha de ser inclusiva en un sentido amplio. De hecho, un buen sistema educativo es la semilla de un Estado democrático, ya que reduce los riesgos de la creciente desigualdad y exclusión social, favorece el sentimiento de identidad colectivo, la lealtad plural a diversas comunidades que conviven en un mismo territorio, y promueve la interacción propositiva de diversas culturas y lenguas.

En este número se reflexiona sobre la educación en el Perú y se propicia el debate acerca del enfoque de las políticas públicas tomando como eje la mejora de la calidad de la educación en el Perú, y el que sea accesible para todas y todos.

Se trata, además, la invisibilización de las y los adolescentes en la organización y la vida de la Educación Secundaria, así como la experiencia de una escuela pública rural de Ccochacunca que, sorteando muchos obstáculos, presenta buenas prácticas.

La escuela y la formación profesional en Suiza y Liechtenstein, dos de los países de Europa con mejores resultados en las pruebas PISA, son también temas de esta edición.

Finalmente, ofrecemos un recorrido por la obra antropológica de José María Arguedas, que, estamos seguros, permitirá conocer mejor a nuestro amauta.

Huber Santisteban Matto, director